La
TRADICIÓN SACERDOTAL nos enseñaba que nada era realmente nuestro…
(o sea, el sacerdote no tenía propiedad alguna a su nombre); todo era
parte de un Servicio.
Hubo
algunas variantes en las diferentes épocas, pero en general la
noción de que el SACERDOTE estaba al servicio de todos y el clero y
gobierno eran los que atendían sus necesidades se mantienen hasta el
día de hoy... como por ejemplo los sacerdotes en las iglesias
que no reciben honorarios pero que todas sus necesidades están
resguardadas y cubiertas.
Siempre
como en todas las épocas, el factor humano es el que falla; no la
organización.
los
celos, envidias, luchas por poder económico o social, las ambiciones
han realizado verdaderos estragos en las organizaciones (en todos los
tiempos ha sido igual).
Cuando
ocurría que un faraón moría y subía al trono otro faraón; muchas
eran las veces que los sacerdotes más cercanos al faraón tomaban la
decisión de acompañarlo en su morada eterna (tumba). En
esos casos a aquellos que siguieran el camino de su faraón se les
proporcionaba una pequeña infusión la cual les traía paz, y gran
tranquilidad para esperar el descanso eterno.
Todo
egipcio durante su vida, preparando su tumba y los papiros con
rituales y objetos que se llevarían al mas allá, a su morada con
los Dioses. Se
acostumbraba a visitarla, limpiarla, hacer festividades en su
cercanía; no se temía; por el contrario se respetaba, pero se
entendía que esa morada albergaría su CUERPO FISICO y a su KAH y
que su alma continuaría viva y seguiría su camino. Viva,
viva de verdad entrando a un mundo donde y no tendría un cuerpo
físico que los limitara.
Pero
como enseñanzas de los Ancestros teníamos la costumbre de
resguardar ese cuerpo por medio de la MOMIFICACIÓN; la cual tenía un origen
era tan antiguo como las Pirámides. Cuerpo
que se sometía durante mas de 40 días a determinados procedimientos
entre los cuales también se sumergía en un componente con natrón
para su conservación. Esa
costumbre fue legada por los grandes maestros de más allá del sol los
cuales enseñaron a conservar el cuerpo para albergar a su KAH o
doble cuando se volviese.
Era
costumbre también tener un cementerio familiar, o sea que en muchas
épocas cada familia tenia un pequeño cementerio en las cercanías
de su casa, un cementerio para su propia familia donde poder descansar
juntos. No era costumbre enterrar a las mujeres con los hombres (no se
olviden de la tradición del Valle de los Reyes y el Valle de las
Reinas). Tradición
que llego hasta nuestros días de nuestras grandes madres blancas;
quizás descendientes directas del pasado milenario sumergidas en las
profundidades y transmitiendo sus enseñanzas desde la distancia.
Queremos
que estas enseñanzas los acerquen a comprender cómo se vivía y cómo
se sentía en nuestras dos tierras. A
comprender las escalas de valores no para mirar al pasado sino que
por el contrario para recordar, aprender y enfocarse hacia un futuro,
pero con conciencia de deberes y responsabilidades; más aun siendo
Sacerdotes.
Hay
una enseñanza al respecto de RAMSES II para que vean hasta dónde se
llegaba en la disciplina... Cuenta
la historia que Ramses siempre estaba al frente de sus hombres y era
la costumbre que para iniciar una ofensiva la primera flecha la
largara el Faraón Ramses II.
Cuando
se acercaban a una fortaleza los ejércitos se aposentaban a un
distancia conveniente y el propio Ramses transportado en su carro el
cual estaba tirado por sus dos corceles tan apreciados y junto a su
protector y amigo combatiente, que fue su magnifico león llamado
matador, se dirigían a la posición adecuada y él tensaba su
magnífico arco y esa era la primera flecha que marcaba el comienzo de
la batalla. Dicen
que este faraón era tan certero que con su primera flecha lanzada a
mas de 200 metros bajaba herido de muerte a un vigía de una torreta
de su enemigo. En
el ejército los primeros en la fila eran los arqueros y no se
permitía la cobardía. Nunca
se deseaba entrar en guerra pero de tener que combatir se salía a
pelear o morir. Si
un guerrero desertaba o huía estaban los militares de retaguardia
que eran los encargados de poner fin a la vida de aquellos cobardes,
que disparaban en vez de defender sus tierras y a sus hermanos. La
batalla comenzaba cuando Ramses mataba al primer vigía y eran
millones de flechas las que a continuación se lanzaban.
Ramsés
fue un gran conquistador y todo el botín lo repartía con el pueblo por
lo tanto fue un Faraón muy apoyado por su pueblo porque esa era una
de las formas que él usaba para que su pueblo viviese cómodamente y
lo apoyaran en su afán de Gran Conquistador.
La
Esposa Real de este gran hombre fue NEFERTARIS.
Por
este medio ustedes van comprendiendo y aprendiendo como se sentía y
se pensaba en nuestras 2 tierras.
Aprendan
a tener valores y metas en sus vidas...
Barakah...
SUMA SACERDOTISA NEMORAH
SACERDOTISA DE ATON
muy buenos, espero para la proxima un resumen de sozer y akenaton
ResponderEliminarbarakah